
Pamplona. La semana más esperada
Autor: EL PAÍS
Pamplona es una ciudad con dos caras a la que, evidentemente, también se puede ir de dos maneras. Esta bipolaridad es una suerte para el visitante. Uno puede ir a Pamplona durante los sanfermines, o antes o después de los mismos. Y no estar loco. Desde el 6 al 14 de julio, y desde hace 600 años, la ciudad celebra sus fiestas patronales en honor de San Fermín. La ciudad, con 200.000 habitantes, triplica su población durante los sanfermines. 600.000 almas en danza festiva. Con permiso de San Fermín, fue Hemingway quien puso a Pamplona en el altar de la subversión y de la fiesta. Como en rituales de religiones antiguas, las calles de la ciudad se inundan del rojo y blanco, de alegría desbocada, de pamplonicas y foráneos que solo quieren juerga, música y despropósito con los toros de por medio. Detrás de esta fiesta tan impresionate, aunque no lo parezca, hay un orden lógico. Con esta guía podrás saber de este orden, entender lo que sucede a tu alrededor y disfrutar de la magia de Pamplona. Alucinar cómo durante nueve días la ciudad vive en un bucle festivo al que te puedes unir y disfrutar en cualquier momento. Son 24 horas de toros, música y baile en la calle con...