Fray Alonso de Molina ocupa un lugar de honor en la Lingüística Misionera de tradición hispánica por confeccionar el diccionario bilingüe, que da origen al Tesoro que el lector tiene entre manos. Su Vocabulario castellano-náhuatl (1555) –un “incunable americano” (Menéndez Pidal)– fue “vocabulario de urgencia” para la comunicación de religiosos e indígenas y testimonio de las preocupaciones renacentistas por la lengua, incluso fuera del Viejo Continente. Como un Nebrija de las Indias, Molina completó la labor de sus maestros Olmos y Sahagún. Culminó un Arte de la lengua mexicana y tres diccionarios (castellano-náhuatl y náhuatl-castellano de 1555 y 1571) nunca superados ni superables. La presente recopilación, lematizada y con las concordancias del vocabulario castellano contribuye al conocimiento minucioso del olvidado diccionario, que estableció las equivalencias entre el caudal léxico del español que arribó al Nuevo Mundo y el vocabulario de una lengua indoamericana que jamás había conocido la ortografía. En consecuencia, este Tesoro está llamado a convertirse en fuente historicolingüística para revisar los diccionarios etimológicos y...